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Pluviometría en Cataluña durante el 2018

El año 2018 ha sido espectacular a nivel meteorológico. Por encima de todo, destacará por la gran cuantía de precipitaciones registradas, sin desmerecer las numerosas nevadas, especialmente entre febrero y marzo, y diversas tormentas, sobre todo en verano. Asimismo, entre finales de julio y principios de agosto hubo una importante ola de calor, muy destacable en la costa, pero pese a ello los meses veraniegos fueron bastante lluviosos en algunas zonas. Con todo, 2018 ha frenado en seco (y nunca mejor dicho) la gran dinámica de sequía que llevábamos arrastrando desde hace tres años. Sin ir más lejos, 2017 fue uno de los peores años de las últimas décadas a nivel de precipitaciones. En el siguiente enlace podéis echar un vistazo al resumen de las lluvias del 2017: Escasez pluviométrica en Cataluña durante el 2017.

Como suele ocurrir, la distribución de los registros pluviométricos ha sido muy marcada por los fuertes contrastes en pocos kilómetros debido, en parte, al régimen de tormentas, muy presentes a lo largo del 2018. Según datos del boletín climático del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC, 2018) en varios lugares del territorio ha habido un aumento de entre tres y cuatro días de tormenta respecto a la media del período 2004-2018.

Figura 1. Precipitación acumulada en Cataluña durante el 2018. Fuente: elaboración propia a partir de estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya y Meteoclimatic.

El presente mapa muestra la precipitación acumulada en Cataluña en todo el 2018 a partir de 183 estaciones la Xarxa d’Estacions Meteorològiques Automàtiques (XEMA) del Servei Meteorològic de Catalunya y de 166 estaciones de Meteoclimatic con consistencia estable y fiable de datos. En general, la precipitación ha sido muy abundante, especialmente en las comarcas del Pirineo más occidental, además, en zonas de varias comarcas se han superado los 1.000 litros por metro cuadrado, algo inusual en muchos de estos lares. Del total de las 349 estaciones meteorológicas utilizadas, 108 han superado los 1.000 mm, suponiendo el 31% en términos relativos. El año pasado sólo cinco estaciones sobrepasaron ese registro. Los principales valores han sido los siguientes:

– Espot: 2.058,3 mm

– Boí (municipio de la Vall de Boí): 1.732,2 mm

– Lac Redon (Vielha e Mijaran): 1.655,6 mm

– Certascan (Lladorre): 1.623,9 mm

– Sant Pau de Segúries: 1585,9 mm

– Bonaigua (Alt Àneu): 1.576 mm

– Molló – Fabert (Molló): 1.561 mm

Uno de los lugares donde se han superado los 1.000 mm ha sido la mismísima ciudad de Barcelona. Con una media de lluvias ente los 620 y 650 mm, el año pasado esa tónica quedó pulverizada con los 1.097,5 mm registrados en la zona de Sant Gervasi y los 1000,4 en Sants. Otras estaciones como la del Raval y el Observatori Fabra se quedaron cerca de los cuatro dígitos. Y es que la ciudad condal, más allá de los numerosos días de lluvia que registró, experimentó en algunas ocasiones importantes episodios de tormenta con intensidades de agua muy elevadas y acompañadas, en muchos casos, de granizo. Uno de los ejemplos más significativos lo encontramos con la tormenta del 6 de septiembre, donde en muy pocas horas se llegaron a superar los 110 litros en Montjuïc. Fue algo muy localizado, ya que en pocos kilómetros apenas se llegaron a los cinco litros. Aquel episodio vino asociado a un Sistema Convectivo Mesoescalar (SCM). En el siguiente enlace podéis ver en qué consiste este fenómeno y ver el mapa con los registros acumulados durante aquel día en toda la comarca del Barcelonès: El Sistema Convectivo Mesoescalar.

Por contrapartida, las estaciones que registrado menos lluvia durante el 2018 han sido Seròs (391,8 mm), Aitona (414,9 mm), Torres de Segre (412,8 mm) y Pantà de Riba-roja, que pertenece al municipio de Riba-roja d’Ebre (422,1 mm). Pese a ello, en los lugares donde menos ha precipitado se ha llegado prácticamente a la media climática. De hecho, en buena parte de Cataluña ha llovido entre un 30 y un 50% más de lo habitual, y en otras áreas más reducidas (entre ellas puntos de Barcelona) se ha registrado entre un 70 y un 90% más de lluvia respecto a la media, es decir, ha llovido casi el doble de lo que debería haber hecho.

Y ahora la pregunta… ¿por qué ha sido tan lluvioso este 2018? Después de tres años muy malos a nivel de lluvias, 2018 ha sido totalmente diferente. Uno de los culpables (o héroes, por qué no) lo encontramos con el Calentamiento Súbito Estratosférico en el Ártico (CSE). Esta circunstancia se manifiesta cuando hay una anomalía térmica positiva en el Ártico y alrededores, y con ello se configuran y consolidan altas presiones en esas latitudes, por lo que una parte importante del aire frío almacenado y de las borrascas descienden, circulando por zonas más bajas del continente y aumentado el paso de varios frentes y líneas de inestabilidad, a parte de las propias borrascas y entradas frías.

Aun así es muy importante tener en cuenta que un CSE no es sinónimo de tener unos meses o un año movidito en el centro y sur de Europa. Hay tres circunstancias que lo condicionan. La primera es la magnitud del propio CSE, si éste es discreto (anomalías poco significativas y poco desalojo del aire frío) poco afectará. La segunda circunstancia es que este fenómeno sea lo suficientemente intenso y constante para poder llegar a la troposfera y poder facilitar irrupciones frías en bajas latitudes y el paso de borrascas. La tercera y última dónde se desaloja el aire frío y la correspondiente inestabilidad. Ya puede ser un CSE fuerte y con clara tendencia a incidir en la troposfera, pero si sus efectos asociados se van hacia América del Norte, Europa notaría poco o nada su incidencia.

En cualquier caso, 2018 ha sido muy fructífero para los amantes de la meteo y para la propia naturaleza. Los meses de febrero y octubre fueron los más lluviosos de los últimos años. Sin ir más lejos, octubre dejó entre 300 y 400 litros en muchos puntos de Cataluña, con acumulaciones de hasta más de un 400% respecto a la media, es decir, registros que han superado cuatro veces lo que debería haber llovido.

El 2018 es el año más lluvioso que se recuerda en Cataluña en los últimos años. En invierno la nieve hizo acto de presencia en numerosas ocasiones, con grandes cantidades acumuladas en los Pirineos y con nevadas de hasta tres días seguidos en lugares muy poco frecuentes. En el Observatori Fabra llegó a nevar hasta siete veces. Y el verano tampoco se quedó atrás en muchas zonas. En varios sitios, en sólo tres meses de verano llovió casi lo mismo que en todo el 2015 y que en los tres últimos veranos juntos.

Veremos cómo se comporta el 2019. De momento los niveles de agua en embalses y subsuelo son muy óptimos. Sólo en algunos tramos la superficie, especialmente la destinada a los cultivos necesita una aportación hídrica debido al mal comienzo de año que hemos tenido. Confiemos en que en poco tiempo volvamos a estar entretenidos. Obviamente será muy difícil igualar la dinámica del año pasado por la excepcionalidad que tuvo, pero al menos sería importante seguir en un contexto de precipitaciones dentro de la media.

Fuentes de información:

  • SMC: Servei Meteorològic de Catalunya. Butlletí climàtic anual del 2018. 2019. 69 p.

Resumen termopluviométrico del mes de octubre en Cataluña (2018)

Dejamos atrás un octubre que pasará al recuerdo de muchas personas, especialmente de los que vivimos la meteorología como algo más que una afición. Y es que el mes de octubre ha sido extremadamente lluvioso en toda Cataluña, sin excepción. Según el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), ha sido el mes del año más lluvioso en los últimos 24 años. Nada que ver, por ejemplo, con octubre del año pasado, con una anomalía negativa de precipitación en más de tres cuartas partes del territorio, donde zonas como el Penedès, Ebro y sur de Poniente fueron muy castigadas. En este enlace podéis ver el resumen de temperaturas y precipitaciones del mes de octubre de 2017: Resumen termopluviométrico del mes de octubre en Cataluña (2017).

Antes de profundizar el tema de las precipitaciones, repasemos cómo han sido las temperaturas. Octubre ha sido un mes cálido en el conjunto de Cataluña. Curiosamente, si bien octubre de 2017 fue frío y seco, el de esto año ha sido justo al revés, cálido y húmedo.

Figura 1. Temperatura respecto a la media climática de octubre. Fuente: Servei Meteorològic de Catalunya.

En este mapa podéis ver la temperatura media obtenida en el mes de octubre respecto a la media climática. En buena parte de Poniente las temperaturas han sido las habituales para esta época del año, mientras que en las comarcas de Girona y puntos de Barcelona se han registrado valores claramente por encima de la media. Hasta más de 2 grados en zonas del noreste. En cambio, el Pirineo Occidental y puntos de Poniente e interior de Tarragona han tenido valores térmicos por debajo de lo normal.

Y ahora vamos con las lluvias. Tal y como os he comentado, este mes ha sido para enmarcar, y es que no todos los meses te caen más de 200, más de 300… ¡Aún hay más! Más de 400 litros. ¡Habéis leído bien! Más de 400 litros se han registrado en sitios como en el Parque Natural dels Ports, en la comarca del Baix Ebre y Viladrau, en la comarca de Osona. Concretamente, han registrado 462,4 y 430,7 litros por metro cuadrado, respectivamente.

Figura 2. Precipitación respecto a la media climática de octubre. Fuente: Servei Meteorològic de Catalunya.

En este mapa (que es todo un tesoro) podéis ver la precipitación acumulada respecto a la media climática para un mes de octubre. Absolutamente en toda Cataluña ha habido una precipitación superior a la media. Quizá, donde menos se ha podido notar ha sido en comarcas marítimas de Girona y extremo noroccidental del Pirineo, donde ha llovido entre un 110 y un 130% (teniendo en cuenta que la lluvia justo en la media es del 100%). En algunas zonas del centro ha llovido un 200% sobre la media, es decir, ha caído el doble de agua de lo que debería caer para un mes de octubre, mientras que el premio a la gota de oro (permitidme esta expresión) se la llevan algunas comarcas de Tarragona, donde se han registrado lluvias de hasta más de un 400% sobre la media, es decir, ha llovido cuatro veces más de lo que tendría que haber llovido. ¡Una barbaridad!

Figura 3. Registros de lluvia entre el 07 y 10 de octubre de 2018 en la comarca del Barcelonès. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya, Agencia Estatal de Meteorología y Weathercloud.

En la figura 3 se puede observar el mapa de precipitación acumulada que hice para la comarca del Barcelonès entre los días 7 i 10 de octubre. Fue uno de los numerosos episodios que hubo en octubre, y en este en concreto afectó de lleno a la ciudad de Barcelona. En zonas como Sants y Montjuïc se registraron entre 90 y 110 mm en esos días. Además, llama la atención el fuerte contraste, muy típico en situaciones de tormenta, ya que a escasos kilómetros apenas se superaron los 20 mm.

Si os escribo con total sinceridad, he de deciros que sí, me ha sorprendido mucho (y a quién no) lo que ha ocurrido con el mes de octubre en relación a las lluvias. Pero, por otro lado, era de esperar que pudiésemos tener una tónica buena en cuanto a precipitaciones, no hasta este extremo, pero sí considerar que podría ser un mes húmedo. El motivo radica en el año que estamos teniendo. En muchas zonas se ha batido el récord de meses consecutivos con precipitaciones por encima de la media; es más, también se están registrando récords de meses húmedos en un año. Y a día de hoy, mirando los modelos meteorológicos no parece que esta dinámica pluviométrica tan y tan positiva llegue a su fin. ¡Y que siga! No olvidemos que venimos de tres años muy secos. Ahora hemos mejorado muchísimo, pero esperemos que este exceso de agua no sea un lapso en el tiempo.

Fuentes de información:

El Sistema Convectivo Mesoescalar

La pasada madrugada del 6 de septiembre tuvo lugar una importante situación de fuertes lluvias y tormentas sobre Barcelona y alrededores, pero especialmente en la misma ciudad condal. El causante fue un Sistema Convectivo Mesoescalar (SCM). ¡¡No os asustéis!! A continuación explicaré de una forma clara y breve en qué consiste.

Una buena manera de hacerlo es desgranar cada palabra. Vamos allá. Sistema: alude a un conjunto organizado. Convectivo: indica que hay núcleos tormentosos. Mesoescalar: es la dimensión geográfica que se sitúa entre lo local (microescala) y lo global (macroescala). Un continente es algo global, mientras que una ciudad es local. Una región es un área intermedia entre el continente y la ciudad (mesoescala).

Bien, dicho esto podemos definir el Sistema Convectivo Mesoescalar como un fenómeno meteorológico basado en una estructura organizada de lluvias y tormentas que se da en un área extensa que puede abarcar varios centenares de kilómetros. Además, su duración puede ser de diversas horas, dependiendo de su diámetro, intensidad, velocidad de desplazamiento y dirección que tenga.

Los SCM se ven favorecidos en su formación de altos niveles de inestabilidad en varias capas de la atmósfera y del contraste del calor latente en superficie con la presencia de aire frío en altura. Ahora bien, no nos podemos dejar un ingrediente básico pero a la par de fundamental, la humedad. Además, acostumbran a desplazarse mientras ejercen una rotación en sentido contrario a las agujas del reloj (movimiento de las bajas presiones en el hemisferio norte).

Figura 1. Imagen de satélite de un Sistema Convectivo Mesoescalar sobre la Comunidad Valenciana. Fuente: http://www.tiempo.com.

En esta imagen satelital se puede ver la morfología de un SCM. Es muy importante no confundirlo con un ciclón, ya que las características son muy distintas. Un SCM no tiene ojo, no posee presiones tan bajas ni suele llevar vientos sostenidos muy elevados, aunque sí puede provocar alguna racha puntualmente importante.

Figura 2. Imagen del radar de precipitación durante la madrugada del 6 de septiembre. Fuente: Rain Alarm.

Aquí podemos ver el Sistema Convectivo Mesoescalar poco antes de situarse sobre Barcelona. Los colores azulados y verdosos indican lluvia débil; los amarillos y naranjas lluvia moderada; mientras que los colores rojizos y morados muestran las lluvias más intensas y acompañadas de tormenta e incluso granizo.

Figura 3. Registros de lluvia durante la madrugada del 06-09-2018 en la comarca del Barcelonès. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya, Agencia Estatal de Meteorología y Weathercloud.

Antes de nada, remarcar que este mapa sólo es de la madrugada del día 6, no del día entero. Como se puede ver, la zona de Montjuïc hizo diana, registrando nada más y nada menos que 111 mm (o litros por metro cuadrado) en muy pocas horas. El Museo Marítimo (Drassanes) registró 90,2 mm. Llama la atención el fuerte contraste de las áreas costeras con el interior, donde podemos ver cómo en Collserola y lugares próximos apenas se superaron los 10 mm, por lo que demuestra que este SCM ha quedado muy litoralizado.

Espero que este post os haya ayudado a entender mejor qué es un Sistema Convectivo Mesoescalar, un fenómeno poco recurrente, pero cuando sucede suele dejar huella, y esta vez no ha sido una excepción.