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Castellfollit de la Roca: en el punto de mira de la erosión

Castellfollit de la Roca es un municipio de la comarca de la Garrotxa y es de los más pequeños de Cataluña, con tan sólo una superficie de 0,73 km2 y 1.025 habitantes en la actualidad.

Figura 1. Localización de Castellfollit de la Roca. Fuente: Ajuntament de Castellfollit de la Roca.

La gran característica de este municipio es su ubicación encima de un gran riscal basáltico, más conocido como el riscal de Castellfollit. Este riscal basáltico es la superposición de dos grandes coladas de magma; la primera tiene 217.000 años de antigüedad, mientras que la segunda cuenta con una antigüedad de unos 192.000 años. Y encima de este gran riscal se ubica, como he dicho, Castellfollit de la Roca, a unos 296 metros sobre el nivel del mar. El hecho de que el municipio esté encima de este riscal supone un gran problema en la actualidad, porque el riscal sufre desprendimientos continuos de sedimentos a causa de los procesos de erosión implicados por el hielo y el río Fluvià.

¿Y qué comportan estos desprendimientos? Esta situación provoca un retroceso casi irreversible de la pared basáltica donde está el municipio, implicando que el pueblo esté cada vez más al filo del precipicio. A lo largo del siglo XX esta pared retrocedió 8 metros. El último retroceso importante que se produjo fue en septiembre de 1976, con un retroceso de 3 metros, afectando a una longitud de 50 metros de la pared basáltica e implicando un desprendimiento que afectó a 10 metros de alto.

Figura 2. Casas al borde del precipicio. Foto: A. Alguacil.

En esta fotografía se puede observar como el municipio está ubicado encima del riscal basáltico, una columna rocosa bastante verticalizada. Asimismo, se puede ver como algunas casas dan al precipicio, siendo un peligro evidente, no solamente para estas edificaciones, sino también para las personas que las habitan.

Líneas arriba comentaba que las erosiones implicadas por dos factores, el hielo y el río Fluvià, provocan los desprendimientos del riscal y que, por lo tanto, éste retrocede cada vez más. ¿Pero cuál es el proceso por el cual estos dos factores provocan los desprendimientos y posterior retroceso del riscal? En el caso del hielo hay que decir que es un proceso complejo, ya que intervienen dos elementos, la temperatura y la precipitación. En esta zona geográfica donde se encuentra Castellfollit de la Roca hay un elevado régimen pluviométrico, con una precipitación media anual de 920 mm. En cuanto a las temperaturas, decir que durante aproximadamente 50 días al año la temperatura en estos lugares oscila en torno a los 0 ºC. Por lo tanto, teniendo en cuenta la abundante precipitación y la frecuencia de los días de helada, se produce un proceso de hielo y deshielo. Durante el invierno, la humedad y la precipitación caída en los agujeros, poros y grietas del basalto se congela debido a las bajas temperaturas, implicando una presión sobre la roca (gelifracción). Esta fuerza ejercida provoca una rotura de la pared, con la cual cosa hay un derrumbamiento del material rocoso. Y este derrumbamiento acaba provocando el retroceso constante de la roca. En verano el retroceso de la pared es menor, ya que las temperaturas son más altas, por lo que la carencia de hielo dificulta la ruptura de la roca por gelifracción.       

El otro factor que implica los procesos de erosión sobre la roca en la que se sitúa Castellfollit de la Roca es el río Fluvià. Este curso de agua se encuentra justo debajo de la gran pared basáltica. Lo que hace el río es erosionar la parte inferior de esta pared a partir de la fuerza y constancia con la que la corriente pasa por allí. Con esta erosión se abren agujeros y fisuras que implican inestabilidad sobre la roca, hecho que se traduce en desprendimiento de materiales, con lo cual la pared retrocede. Cuantos más desprendimientos haya en las zonas inferiores de la roca más inestables quedarán los materiales situados arriba del todo de la columna basáltica, por lo que tendrán un elevado riesgo de caer con el que implicarán más retrocesos sobre la pared.

Con todo lo visto, resulta interesante poder deducir cuánto tiempo ha de transcurrir para que la pared basáltica derrumbe las primeras casas del municipio. Atendiendo a la fotografía que se ha mostrado, los primeros edificios están a unos 2-3 metros del barranco, con lo cual y, si tenemos en cuenta el retroceso de 8 metros de la pared que se produjo en el siglo pasado, podemos evidenciar que en algún momento de este siglo las casas de la primera línea desaparecerán, o al menos parte de éstas. El tiempo dirá.