Autor: Alggar

Pluviometría en Cataluña durante el 2018

El año 2018 ha sido espectacular a nivel meteorológico. Por encima de todo, destacará por la gran cuantía de precipitaciones registradas, sin desmerecer las numerosas nevadas, especialmente entre febrero y marzo, y diversas tormentas, sobre todo en verano. Asimismo, entre finales de julio y principios de agosto hubo una importante ola de calor, muy destacable en la costa, pero pese a ello los meses veraniegos fueron bastante lluviosos en algunas zonas. Con todo, 2018 ha frenado en seco (y nunca mejor dicho) la gran dinámica de sequía que llevábamos arrastrando desde hace tres años. Sin ir más lejos, 2017 fue uno de los peores años de las últimas décadas a nivel de precipitaciones. En el siguiente enlace podéis echar un vistazo al resumen de las lluvias del 2017: Escasez pluviométrica en Cataluña durante el 2017.

Como suele ocurrir, la distribución de los registros pluviométricos ha sido muy marcada por los fuertes contrastes en pocos kilómetros debido, en parte, al régimen de tormentas, muy presentes a lo largo del 2018. Según datos del boletín climático del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC, 2018) en varios lugares del territorio ha habido un aumento de entre tres y cuatro días de tormenta respecto a la media del período 2004-2018.

Figura 1. Precipitación acumulada en Cataluña durante el 2018. Fuente: elaboración propia a partir de estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya y Meteoclimatic.

El presente mapa muestra la precipitación acumulada en Cataluña en todo el 2018 a partir de 183 estaciones la Xarxa d’Estacions Meteorològiques Automàtiques (XEMA) del Servei Meteorològic de Catalunya y de 166 estaciones de Meteoclimatic con consistencia estable y fiable de datos. En general, la precipitación ha sido muy abundante, especialmente en las comarcas del Pirineo más occidental, además, en zonas de varias comarcas se han superado los 1.000 litros por metro cuadrado, algo inusual en muchos de estos lares. Del total de las 349 estaciones meteorológicas utilizadas, 108 han superado los 1.000 mm, suponiendo el 31% en términos relativos. El año pasado sólo cinco estaciones sobrepasaron ese registro. Los principales valores han sido los siguientes:

– Espot: 2.058,3 mm

– Boí (municipio de la Vall de Boí): 1.732,2 mm

– Lac Redon (Vielha e Mijaran): 1.655,6 mm

– Certascan (Lladorre): 1.623,9 mm

– Sant Pau de Segúries: 1585,9 mm

– Bonaigua (Alt Àneu): 1.576 mm

– Molló – Fabert (Molló): 1.561 mm

Uno de los lugares donde se han superado los 1.000 mm ha sido la mismísima ciudad de Barcelona. Con una media de lluvias ente los 620 y 650 mm, el año pasado esa tónica quedó pulverizada con los 1.097,5 mm registrados en la zona de Sant Gervasi y los 1000,4 en Sants. Otras estaciones como la del Raval y el Observatori Fabra se quedaron cerca de los cuatro dígitos. Y es que la ciudad condal, más allá de los numerosos días de lluvia que registró, experimentó en algunas ocasiones importantes episodios de tormenta con intensidades de agua muy elevadas y acompañadas, en muchos casos, de granizo. Uno de los ejemplos más significativos lo encontramos con la tormenta del 6 de septiembre, donde en muy pocas horas se llegaron a superar los 110 litros en Montjuïc. Fue algo muy localizado, ya que en pocos kilómetros apenas se llegaron a los cinco litros. Aquel episodio vino asociado a un Sistema Convectivo Mesoescalar (SCM). En el siguiente enlace podéis ver en qué consiste este fenómeno y ver el mapa con los registros acumulados durante aquel día en toda la comarca del Barcelonès: El Sistema Convectivo Mesoescalar.

Por contrapartida, las estaciones que registrado menos lluvia durante el 2018 han sido Seròs (391,8 mm), Aitona (414,9 mm), Torres de Segre (412,8 mm) y Pantà de Riba-roja, que pertenece al municipio de Riba-roja d’Ebre (422,1 mm). Pese a ello, en los lugares donde menos ha precipitado se ha llegado prácticamente a la media climática. De hecho, en buena parte de Cataluña ha llovido entre un 30 y un 50% más de lo habitual, y en otras áreas más reducidas (entre ellas puntos de Barcelona) se ha registrado entre un 70 y un 90% más de lluvia respecto a la media, es decir, ha llovido casi el doble de lo que debería haber hecho.

Y ahora la pregunta… ¿por qué ha sido tan lluvioso este 2018? Después de tres años muy malos a nivel de lluvias, 2018 ha sido totalmente diferente. Uno de los culpables (o héroes, por qué no) lo encontramos con el Calentamiento Súbito Estratosférico en el Ártico (CSE). Esta circunstancia se manifiesta cuando hay una anomalía térmica positiva en el Ártico y alrededores, y con ello se configuran y consolidan altas presiones en esas latitudes, por lo que una parte importante del aire frío almacenado y de las borrascas descienden, circulando por zonas más bajas del continente y aumentado el paso de varios frentes y líneas de inestabilidad, a parte de las propias borrascas y entradas frías.

Aun así es muy importante tener en cuenta que un CSE no es sinónimo de tener unos meses o un año movidito en el centro y sur de Europa. Hay tres circunstancias que lo condicionan. La primera es la magnitud del propio CSE, si éste es discreto (anomalías poco significativas y poco desalojo del aire frío) poco afectará. La segunda circunstancia es que este fenómeno sea lo suficientemente intenso y constante para poder llegar a la troposfera y poder facilitar irrupciones frías en bajas latitudes y el paso de borrascas. La tercera y última dónde se desaloja el aire frío y la correspondiente inestabilidad. Ya puede ser un CSE fuerte y con clara tendencia a incidir en la troposfera, pero si sus efectos asociados se van hacia América del Norte, Europa notaría poco o nada su incidencia.

En cualquier caso, 2018 ha sido muy fructífero para los amantes de la meteo y para la propia naturaleza. Los meses de febrero y octubre fueron los más lluviosos de los últimos años. Sin ir más lejos, octubre dejó entre 300 y 400 litros en muchos puntos de Cataluña, con acumulaciones de hasta más de un 400% respecto a la media, es decir, registros que han superado cuatro veces lo que debería haber llovido.

El 2018 es el año más lluvioso que se recuerda en Cataluña en los últimos años. En invierno la nieve hizo acto de presencia en numerosas ocasiones, con grandes cantidades acumuladas en los Pirineos y con nevadas de hasta tres días seguidos en lugares muy poco frecuentes. En el Observatori Fabra llegó a nevar hasta siete veces. Y el verano tampoco se quedó atrás en muchas zonas. En varios sitios, en sólo tres meses de verano llovió casi lo mismo que en todo el 2015 y que en los tres últimos veranos juntos.

Veremos cómo se comporta el 2019. De momento los niveles de agua en embalses y subsuelo son muy óptimos. Sólo en algunos tramos la superficie, especialmente la destinada a los cultivos necesita una aportación hídrica debido al mal comienzo de año que hemos tenido. Confiemos en que en poco tiempo volvamos a estar entretenidos. Obviamente será muy difícil igualar la dinámica del año pasado por la excepcionalidad que tuvo, pero al menos sería importante seguir en un contexto de precipitaciones dentro de la media.

Fuentes de información:

  • SMC: Servei Meteorològic de Catalunya. Butlletí climàtic anual del 2018. 2019. 69 p.

Los huracanes en el Atlántico durante el 2018

Una vez más resumimos la temporada de huracanes en el Atlántico Norte que finalizó oficialmente el 30 de noviembre. En comparación con otros años, ha sido por lo general tranquilo, sin destacar importantes aspectos fuera de lo común. Aún ha sido más tranquilo si lo comparamos con el 2017, donde hubo mucha actividad y se registró el mayor número de huracanes de categoría superior (de 3 a 5) desde el 2006. Podéis acceder al artículo referente a la actividad de huracanes del 2017 a través del siguiente enlace: Los huracanes del Atlántico durante el 2017.

El 2018 ha registrado un total de ocho huracanes, de los que dos han sido de categoría superior. Ha sido el cuarto año más activo de los últimos 10 años, pero los daños materiales han sido muy inferiores respecto varios años atrás, y muy pocos han tocado tierra, haciéndolo de refilón o solamente durante unos pocos centenares de km. La media de huracanes por año cogiendo el período 1910-2018 es de 5,7. De los ocho huracanes registrados, sólo tres han superado los 35 grados de latitud norte, todos ellos de categoría inferior.

En esta tabla se muestran los huracanes registrados este año. Los dos huracanes de categoría superior registrados han sido de categoría 4 (Florence y Michael). Asimismo, del 7 al 15 de septiembre hubo simultáneamente tres huracanes sobre el Atlántico, uno de categoría superior (Florence) y dos de categoría inferior (Helene e Isaac).

Figura 1. Identificación de los huracanes registrados en el Atlántico Norte durante el 2018. Fuente: elaboración propia a partir del National Hurricane Center.

Como se ha comentado, la cifra de huracanes del 2018 no ha sido de las más bajas de la última década, si bien ningún huracán ha llegado a la categoría 5 y en general no han sido huracanes muy intensos y devastadores. Debido a la gran actividad del año pasado, se ha perdido mucha energía calorífica acumulada en el océano. Debemos tener en cuenta que un huracán es el modo por el que el océano libera toda su energía acumulada. La gran cantidad de huracanes del año pasado, junto a la gran magnitud de muchos de ellos, ha hecho que en este año no se haya sumado mucho calor por parte de las corrientes marinas más allá de la energía incidente de la atmósfera.

El huracán Leslie

Mención aparte merece el huracán Leslie. Como ya pasó con Ophelia, este huracán se desplazó hacia Europa muy decididamente. De hecho, llegó a afectar a la Península Ibérica como tormenta extratropical. Se formó justo en medio del océano y empezó a desplazarse hacia el noreste y de forma bastante rápida y llegó a pasar entre las Azores y Canarias. Recordemos que Europa un continente poco acostumbrado a este tipo de fenómenos.

Fuentes de información:

NHC: National Hurricane Center (2018) <http://www.nhc.noaa.gov/>.

Efemérides meteorológicas para el 19 de noviembre

Queriendo recordar algunos acontecimientos históricos por su magnitud y significancia, a continuación se muestran algunas de las efemérides para el día 19 de noviembre según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

– 1623: fortísimos levantes con gran tempestad, produciéndose inundaciones en el Empordà por desbordamientos del Muga, el Fluvià y el Ter, llevándose puentes y ocasionando daños.

– 1716: inundación en Girona.

– 1945: en Zucaña (Castellón) se mide una precipitación de 325 l/m2 en 24 horas.

– 1983: temporal de lluvias generalizadas en Canarias. Se registran núcleos de precipitación de entre 100 y 136 litros por metro cuadrado.

– 2011: máxima de 128 litros por metro cuadrado en 24 horas en Piornal (Cáceres).

Estado de los pantanos en Cataluña: 19-11-18

Este año las precipitaciones están siendo abundantes en buena parte del territorio. Son varios los días en los que ha llovido, y en ocasiones de forma muy intensa con tormentas. Los registros están, a día de hoy, por encima de la media; muy por encima en algunos casos. El mejor indicador de esta dinámica tan positiva de lluvias lo tenemos en el agua almacenada en los pantanos, en los que la mayoría superan claramente tres cuartas partes de su capacidad.

Figura 1. Almacenamiento de agua en los pantanos a fecha del 19-11-18. Fuente: elaboración propia a partir de la Agència Catalana de l’Aigua.

Como se puede observar en el gráfico, seis de los siete pantanos expuestos superan el 80% de su capacidad, mientras que el de Oliana está actualmente en torno al 63%. No es una cifra mala ni mucho menos, ni tampoco es que haya llovido poco en esa zona. Precisamente, debido a la gran cantidad de agua registrada en el lugar y en el Pirineo hacen que el pantano reciba importantes cantidades de agua, por lo que en algunas ocasiones se han tenido que abrir las compuertas.

Para hacernos una mejor idea de la buena situación actual de los pantanos en Cataluña, basta con comparar sus registros actuales con los de hace exactamente un año, donde hubo sequía y los registros eran algo más delicados. La mayor diferencia la encontramos en los pantanos de Susqueda y Sau, con un incremento respecto al año pasado de 43,36 y 39,68 puntos, respectivamente. También destacar el pantano de Rialb, con menos de la mitad del agua disponible hace un año, mientras que a día de hoy ya lleva poco más de un 88%.

Y aún podría haber más agua en los pantanos si en los años anteriores no hubiera habido sequía, ya que el suelo también necesita hidratarse, por lo que en algunos casos una cantidad importante de agua que podría haber ido a parar a los pantanos fue absorbida por el suelo y la vegetación.

Sin duda estamos ante una situación muy buena a nivel hídrico, incluso excesiva en muchos lugares. Al suelo ahora le cuesta tragar agua, los bosques están bien húmedos, algunos ríos se han desbordado y emanan cascadas de rieras que hacía años que no fluían. ¡Que dure!

La Biogeografía

Hace un tiempo os hablé de las denominadas Otras Geografías, basadas en un conjunto de corrientes derivadas en otras percepciones e ideas, y a las que podéis echar un vistazo en el siguiente enlace: Las otras Geografías.

Pero hoy os explicaré una de las disciplinas más importantes dentro de la Geografía Científica, la Biogeografía, un sector que pertenece a la Geografía Física, como también lo son la Climatología y la Geomorfología, entre otros. Para ubicaros un poco y veáis con algo más de detalle en qué consiste la Geografía, os dejo el siguiente enlace, correspondiente a uno de los primeros post de este blog: ¿Qué es la Geografía?

¿Y qué es la Biogeografía?

Es la rama de la Geografía Física que estudia la distribución de los seres vivos, de las comunidades y hábitats que constituyen, así como los factores y procesos que intervienen en su distribución geografía.

Dentro de la Biogeografía encontramos distintas sub-ramas:

– Fitogeografía o Geobotánica: es la geografía de las plantas.

– Zoogeografía: basada la geografía de los animales.

– Corología: estudia la distribución y delimitación de las áreas a la que pertenecen los distintos organismos.

– Paleobiogeografía: se encarga de analizar la distribución y la ecología de los seres vivos en tiempos geológicos pasados.

– Bioclimatología: consiste en investigar las interacciones entre el clima y los seres vivos, especialmente los efectos del clima sobre los animales y las plantas.

– Palinología: es el estudio del polen y de las esporas actuales y fósiles.

En este artículo nos quedaremos con el estudio y análisis basado en la vegetación, es decir, la Fitogeografía, Geobotánica o Biogeografía, mismamente. Pero no nos adentraremos en el análisis puro y duro de la vegetación, puesto que daría para muchos post y horas y horas de contenidos. Nos centraremos en algunos aspectos genéricos.

Los niveles de organización biológica

A la hora de entender, identificar y clasificar la vegetación, hay cuatro niveles en los que se recopila la información para un mejor análisis y estudio. Seguidamente se muestran de más genérico a más localizado.

– Paisaje: porción espacial percibida por un observador, caracterizada por la combinación e interacción de elementos físicos, bióticos y antrópicos.

Ejemplo: conjuntos arbóreos de encinas (encinares), carrascas (carrascales) y distintos tipos de matorrales y especies herbáceas en pleno bosque.

– Comunidad: compilación de seres vivos que ocupan un territorio definido.

Ejemplo: conjunto de encinas (encinares) y carrascas (carrascales).

– Población: agrupación de individuos de una misma especie que habitan en un área determinada.

Ejemplo: conjunto de encinas (encinares).

– Organismo: es la vegetación propiamente dicha.

Ejemplo: encina.

Distribución geográfica de la vegetación

Es importante tener en cuenta cómo se distribuye la vegetación en todo el planeta, ya que de ese modo se comprenden mejor las características y comportamientos de las distintas especies. Por lo general, se habla de la longitud (zonificación de oeste a este) y de la latitud (zonificación de norte a sur).

La longitud no presenta una especial incidencia en el desarrollo de la vegetación, puesto que en estos casos son las características y condiciones del terreno las que influyen en ésta (áreas más continentalizadas o insulares, por ejemplo).

La latitud sí tiene una mayor influencia sobre la vegetación, ya que hay un peso importante de las condiciones atmosféricas. Según a qué latitud estemos habrá vegetación que soportará y se adaptará mejor a ambientes más lluviosos, más áridos, más templados o más fríos.

Hay un tercer factor muy importante, la altitud. En varios centenares de metros de cota podemos encontrarnos con una vegetación heterogénea, cada una acostumbrada a unas dinámicas térmicas diferentes. En zonas bajas suelen abundar especies más imponentes, con mayor envergadura y masa foliar, mientras que zonas altas la vegetación predominante suele ser herbácea y de matorral, de dimensiones reducidas y conviviendo con los prados.

La influencia del clima y el suelo

La Climatología, la Edafología y la Geología (éstas dos últimas implicadas con el suelo) son condicionantes muy importantes en la distribución, crecimiento y desarrollo de la vegetación. No se puede entender la localización y comportamiento de las especies sin tener en cuenta esos condicionantes. Los diversos tipos de vegetación dependen, en gran medida, del clima al que estén expuestos (frío, aridez, etc.), del sustrato edáfico en el que se arraiguen (suelos ricos en nutrientes, compactos, etc.) y de la superficie litológica en la que se consoliden (suelo calizo, arcilloso, etc.).

Para hacernos una idea de la importancia de estos factores, podemos poner a modo de ejemplo la vegetación del Garraf y Collserola. Ambos macizos están a menos de 15 km en línea recta el uno del otro. Aun así, presentan una vegetación totalmente distinta. El clima del Garraf y Collserola son muy parecidos, ya que suelen tener registros de temperatura y lluvia similares. El motivo por el que tengan plantas, árboles y matorrales distintos lo encontramos en el suelo. En el Garraf predominan las calizas, rocas solubles con grandes porosidades, por lo que su superficie tiene poca capacidad para retener el agua y los nutrientes, por lo que la vegetación más idónea para ese entorno es la que está acostumbrada a situaciones con escasez de agua. Sin embargo, en Collserola abundan pizarras y materiales arcillosos, un terreno más compacto donde hay menos infiltración del agua y los nutrientes, quedándose buena parte en superficie, por lo que la vegetación más idónea para ese entorno es la que está acostumbrada a situaciones más húmedas, algo totalmente distinto que en el Garraf.

¡Buf! Menos mal que eran aspectos genéricos, jeje. Todo esto no es más que la pequeñísima parte de lo que supone la Biogeografía, y a su vez, ésta no es más que una rama de las diversas que tiene la Geografía Física, que es uno de los tres campos de la Geografía. Qué grande es esta ciencia.

Resumen termopluviométrico del mes de octubre en Cataluña (2018)

Dejamos atrás un octubre que pasará al recuerdo de muchas personas, especialmente de los que vivimos la meteorología como algo más que una afición. Y es que el mes de octubre ha sido extremadamente lluvioso en toda Cataluña, sin excepción. Según el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), ha sido el mes del año más lluvioso en los últimos 24 años. Nada que ver, por ejemplo, con octubre del año pasado, con una anomalía negativa de precipitación en más de tres cuartas partes del territorio, donde zonas como el Penedès, Ebro y sur de Poniente fueron muy castigadas. En este enlace podéis ver el resumen de temperaturas y precipitaciones del mes de octubre de 2017: Resumen termopluviométrico del mes de octubre en Cataluña (2017).

Antes de profundizar el tema de las precipitaciones, repasemos cómo han sido las temperaturas. Octubre ha sido un mes cálido en el conjunto de Cataluña. Curiosamente, si bien octubre de 2017 fue frío y seco, el de esto año ha sido justo al revés, cálido y húmedo.

Figura 1. Temperatura respecto a la media climática de octubre. Fuente: Servei Meteorològic de Catalunya.

En este mapa podéis ver la temperatura media obtenida en el mes de octubre respecto a la media climática. En buena parte de Poniente las temperaturas han sido las habituales para esta época del año, mientras que en las comarcas de Girona y puntos de Barcelona se han registrado valores claramente por encima de la media. Hasta más de 2 grados en zonas del noreste. En cambio, el Pirineo Occidental y puntos de Poniente e interior de Tarragona han tenido valores térmicos por debajo de lo normal.

Y ahora vamos con las lluvias. Tal y como os he comentado, este mes ha sido para enmarcar, y es que no todos los meses te caen más de 200, más de 300… ¡Aún hay más! Más de 400 litros. ¡Habéis leído bien! Más de 400 litros se han registrado en sitios como en el Parque Natural dels Ports, en la comarca del Baix Ebre y Viladrau, en la comarca de Osona. Concretamente, han registrado 462,4 y 430,7 litros por metro cuadrado, respectivamente.

Figura 2. Precipitación respecto a la media climática de octubre. Fuente: Servei Meteorològic de Catalunya.

En este mapa (que es todo un tesoro) podéis ver la precipitación acumulada respecto a la media climática para un mes de octubre. Absolutamente en toda Cataluña ha habido una precipitación superior a la media. Quizá, donde menos se ha podido notar ha sido en comarcas marítimas de Girona y extremo noroccidental del Pirineo, donde ha llovido entre un 110 y un 130% (teniendo en cuenta que la lluvia justo en la media es del 100%). En algunas zonas del centro ha llovido un 200% sobre la media, es decir, ha caído el doble de agua de lo que debería caer para un mes de octubre, mientras que el premio a la gota de oro (permitidme esta expresión) se la llevan algunas comarcas de Tarragona, donde se han registrado lluvias de hasta más de un 400% sobre la media, es decir, ha llovido cuatro veces más de lo que tendría que haber llovido. ¡Una barbaridad!

Figura 3. Registros de lluvia entre el 07 y 10 de octubre de 2018 en la comarca del Barcelonès. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya, Agencia Estatal de Meteorología y Weathercloud.

En la figura 3 se puede observar el mapa de precipitación acumulada que hice para la comarca del Barcelonès entre los días 7 i 10 de octubre. Fue uno de los numerosos episodios que hubo en octubre, y en este en concreto afectó de lleno a la ciudad de Barcelona. En zonas como Sants y Montjuïc se registraron entre 90 y 110 mm en esos días. Además, llama la atención el fuerte contraste, muy típico en situaciones de tormenta, ya que a escasos kilómetros apenas se superaron los 20 mm.

Si os escribo con total sinceridad, he de deciros que sí, me ha sorprendido mucho (y a quién no) lo que ha ocurrido con el mes de octubre en relación a las lluvias. Pero, por otro lado, era de esperar que pudiésemos tener una tónica buena en cuanto a precipitaciones, no hasta este extremo, pero sí considerar que podría ser un mes húmedo. El motivo radica en el año que estamos teniendo. En muchas zonas se ha batido el récord de meses consecutivos con precipitaciones por encima de la media; es más, también se están registrando récords de meses húmedos en un año. Y a día de hoy, mirando los modelos meteorológicos no parece que esta dinámica pluviométrica tan y tan positiva llegue a su fin. ¡Y que siga! No olvidemos que venimos de tres años muy secos. Ahora hemos mejorado muchísimo, pero esperemos que este exceso de agua no sea un lapso en el tiempo.

Fuentes de información:

El Sistema Convectivo Mesoescalar

La pasada madrugada del 6 de septiembre tuvo lugar una importante situación de fuertes lluvias y tormentas sobre Barcelona y alrededores, pero especialmente en la misma ciudad condal. El causante fue un Sistema Convectivo Mesoescalar (SCM). ¡¡No os asustéis!! A continuación explicaré de una forma clara y breve en qué consiste.

Una buena manera de hacerlo es desgranar cada palabra. Vamos allá. Sistema: alude a un conjunto organizado. Convectivo: indica que hay núcleos tormentosos. Mesoescalar: es la dimensión geográfica que se sitúa entre lo local (microescala) y lo global (macroescala). Un continente es algo global, mientras que una ciudad es local. Una región es un área intermedia entre el continente y la ciudad (mesoescala).

Bien, dicho esto podemos definir el Sistema Convectivo Mesoescalar como un fenómeno meteorológico basado en una estructura organizada de lluvias y tormentas que se da en un área extensa que puede abarcar varios centenares de kilómetros. Además, su duración puede ser de diversas horas, dependiendo de su diámetro, intensidad, velocidad de desplazamiento y dirección que tenga.

Los SCM se ven favorecidos en su formación de altos niveles de inestabilidad en varias capas de la atmósfera y del contraste del calor latente en superficie con la presencia de aire frío en altura. Ahora bien, no nos podemos dejar un ingrediente básico pero a la par de fundamental, la humedad. Además, acostumbran a desplazarse mientras ejercen una rotación en sentido contrario a las agujas del reloj (movimiento de las bajas presiones en el hemisferio norte).

Figura 1. Imagen de satélite de un Sistema Convectivo Mesoescalar sobre la Comunidad Valenciana. Fuente: http://www.tiempo.com.

En esta imagen satelital se puede ver la morfología de un SCM. Es muy importante no confundirlo con un ciclón, ya que las características son muy distintas. Un SCM no tiene ojo, no posee presiones tan bajas ni suele llevar vientos sostenidos muy elevados, aunque sí puede provocar alguna racha puntualmente importante.

Figura 2. Imagen del radar de precipitación durante la madrugada del 6 de septiembre. Fuente: Rain Alarm.

Aquí podemos ver el Sistema Convectivo Mesoescalar poco antes de situarse sobre Barcelona. Los colores azulados y verdosos indican lluvia débil; los amarillos y naranjas lluvia moderada; mientras que los colores rojizos y morados muestran las lluvias más intensas y acompañadas de tormenta e incluso granizo.

Figura 3. Registros de lluvia durante la madrugada del 06-09-2018 en la comarca del Barcelonès. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya, Agencia Estatal de Meteorología y Weathercloud.

Antes de nada, remarcar que este mapa sólo es de la madrugada del día 6, no del día entero. Como se puede ver, la zona de Montjuïc hizo diana, registrando nada más y nada menos que 111 mm (o litros por metro cuadrado) en muy pocas horas. El Museo Marítimo (Drassanes) registró 90,2 mm. Llama la atención el fuerte contraste de las áreas costeras con el interior, donde podemos ver cómo en Collserola y lugares próximos apenas se superaron los 10 mm, por lo que demuestra que este SCM ha quedado muy litoralizado.

Espero que este post os haya ayudado a entender mejor qué es un Sistema Convectivo Mesoescalar, un fenómeno poco recurrente, pero cuando sucede suele dejar huella, y esta vez no ha sido una excepción.

La importancia de las estaciones meteorológicas

Las estaciones meteorológicas no solamente nos permiten hacer un seguimiento en tiempo real, sino que son la base de datos que nos facilita cualquier tipo de información meteorológica de tiempo atrás, con lo que podemos saber cómo se ha comportado la atmósfera a partir de los registros. Pero para tener una representación lo más acercada posible a la realidad de los eventos meteorológicos que ha habido no sólo basta tener estaciones fiables, sino que debe haber una cantidad y distribución adecuada de las mismas.

El pasado 30 de mayo hubo un importante episodio de lluvias. En algunos lugares la precipitación cayó con abundancia durante muchos minutos sin parar y sin desplazarse, por lo que se alcanzaron registros desorbitados. Es el caso del municipio de Castellbell i el Vilar, donde en pocas horas se acumularon 106 litros por metro cuadrado.

Figura 1. Localización de Castellbell i el Vilar. Fuente: elaboración propia.

La localidad (resaltada en rojo) se encuentra en el sur de de la comarca del Bages, limitando al sureste con la comarca del Baix Llobregat. El municipio no cuenta con estación oficial del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), pero sí encontramos algunas de este organismo en los municipios cercanos. Sin embargo, basándonos en el servidor de estaciones particulares de Meteoclimatic podemos ver como hay dos en el municipio y varias más en los alrededores.

Figura 2. Ubicación de estaciones en al área de estudio. Fuente: elaboración propia.

A la izquierda se indican las seis estaciones de Meteocat más cercanas a Castellbell i el Vilar, y a la derecha las de Meteocat más las 11 de la red de Meteoclimatic. Sólo con el mapa de las estaciones de Meteocat puede parecer suficiente para considerarlas en los registros, y más teniendo en cuenta que de las seis más cercanas, tres se sitúan en municipios limítrofes.

¿Entonces cuál es el problema o inconveniente? Los 106 mm (equivale a decir litros por metro cuadrado) se produjeron y centraron en Castellbell i el Vilar, por lo que en los registros del SMC esos 106 mm no salen en ningún lado, hecho por el cual parece que haya llovido mucho menos de lo que realmente ha llovido.

Figura 3. Representación de los registros de lluvia del 30 de mayo. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya y Meteoclimatic consideradas en la figura 2.

A partir de los registros de todas las estaciones implicadas en esta área de estudio, he interpolado los datos de lluvia para representarlos en un mapa. Para hacernos una idea de la importancia y necesidad de tener en cuenta varias estaciones y no solamente las oficiales, se muestra una comparativa. A la izquierda se muestran los resultados de lluvia sólo teniendo en cuenta las estaciones de Meteocat, mientras que a la derecha se ha realizado el mismo procedimiento teniendo en cuenta las de Meteocat y Meteoclimatic a la vez.

Como se puede apreciar, si solamente hacemos caso a la información del SMC, en Castellbell i el Vilar se registraron algo menos de 30 mm, pero si añadimos las estaciones de Meteoclimatic los acumulados mostrados superan los 100  mm, por lo que en este caso la información es más precisa y se ajusta mucho más a la realidad.

Tabla 1. Principales registros del 30 de mayo en el área de estudio. Fuente: elaboración propia a partir de las estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya y Meteoclimatic.

En la presente tabla se exponen las cinco estaciones de la zona con mayores registros de lluvia el 30 de mayo, de las que tres son de Meteoclimatic, nada que ver con los registros obtenidos si solamente se tienen en cuenta los del SMC.

Y ahora bien, ¿son fiables las estaciones particulares? Evidentemente hay estaciones y estaciones, la calidad de las mismas dependerá de la marca, modelo, ubicación, disponibilidad, rendimiento y colocación de los sensores, serie continuada de datos, transmisión de los mismos y mantenimiento por parte de la persona responsable; y esto ocurre con las oficiales y la particulares. Partiendo de la premisa que la estaciones oficiales son de calidad porque ofrecen un servicio público y pertenecen a un organismo oficial, la mejor manera de comprobar la fiabilidad de las privadas es comparar los datos con la estación oficial más cercana y ver las tendencias, como por ejemplo en el caso de las temperaturas. Respecto a la pluviometría, es más sencillo, puesto que varias estaciones particulares cuentan con pluviómetros homologados y no es tan necesaria la comprobación, además, para complementar, en muchos casos se dispone de pluviómetros manuales para corregir y calibrar los datos de la estación si fuera necesario.

Las otras Geografías

Más allá de lo que conocemos y entendemos por la Geografía en si misma (Geografía Científica), existe una variedad de corrientes derivadas en otras percepciones, ideas y, por tanto, en otros conceptos y tipos de Geografía.

Geografía Individual: también conocida como Geografía Subjetiva, es aquella caracterizada por el razonamiento subjetivo, es decir, es la Geografía de cada uno. Dentro de ella encontramos lo que se denomina el hombre geográfico, que es aquél que aplica su experiencia y técnicas en el entorno donde se encuentra.

Ejemplo: la planificación de un trayecto analizando aspectos básicos como el tipo de transporte a utilizar, trayecto, combinación, duración y atajos.

Geografía Popular: a diferencia de la anterior, ésta se rige por la perspectiva colectiva y no individual. Hay una grandísima diversidad.

Ejemplo: festividad de San Juan, que se celebra coincidiendo con el solsticio de verano.

Geografía Mitológica: es la que trata de comprender y aplicar la incidencia del universo hacia el ser humano, pero no desde una óptica científica, sino desde el punto de vista de la creencia no técnica, como la Astrología. La Geografía Mitológica trata, pues, de explicar el funcionamiento del mundo a partir de los seres sobrenaturales, que son los que, a la vista de los implicados en esta corriente, mantienen el mundo.

Ejemplo: la alineación de los planetas incide en la suerte de las personas.

Geografía Legendaria: consiste en el relato de viajes donde se mezclan los aspectos reales e imaginarios.

Ejemplo: los griegos consideraban que viajar al Hemisferio Sur implicaba ser carbonizado por el Sol.

Geografía Imaginaria: similar a la anterior, pero todo es ficticio. Se basa en la trasposición de elementos naturales a marcos sobrenaturales o marcos que no existen.

Ejemplo: existen los osos polares, pero siempre se ha hablado, además, del hombre de las nieves, el Yeti, que habita en zonas nivosas de montaña y suele ser objeto de mitos y cuentos.

Geografía Críptica: parte de la premisa de que hay influencia de fuerzas no observables que actúan sobre la Tierra y el ser humano. Estas fuerzas proceden del interior de la Tierra y de los Astros.

Ejemplo: movimientos de tierra débiles e imperceptibles para el hombre que paulatinamente dejan fisuras en la superficie. Ayer no estaban y hoy sí.

Geografía Leutérica: comporta la adoración de ciertos elementos naturales que presentan unos rasgos muy particulares.

Ejemplo: el agua, ese líquido transparente y sin sabor, es el elemento natural más preciado. Sin agua, no hay vida.

El listado es una clara muestra de la amplitud y transversalidad que adquiere la Geografía, aunque algunos de los presentes casos se fundamenten en hechos acientíficos, sin rigor técnico y de los que desde mi punto de vista personal no presentan ninguna credibilidad.

Previsión meteorológica días 10 y 11 de abril de 2018

El invierno se despidió por la puerta grande y la primavera no quiere ser menos en su transcurso. Estamos inmersos en una semana inestable marcada por el paso de varias borrascas que nos dejarán mucha lluvia, tormentas, granizo y nieve, además de fuerte viento.

Sin ir más lejos, esta misma tarde y sobre todo esta noche nos cruzará una borrasca proveniente del NE del Atlántico. Cuando su centro de acción se sitúe entre Aragón y Cataluña, y progresivamente vaya desplazándose hacia del delta del Ebro, impulsará vientos húmedos de recorrido marítimo que dejarán abundantes precipitaciones.

Figura 1. Mapa de la situación sinóptica del 10-04-18 con geopetencial a 500 hPa y presión atmosférica en superficie. Fuente: Meteociel.

A lo largo de la tarde las nubes irán en aumento y tapando paulatinamente el cielo desde poniente hasta dejarlo cubierto por completo.

En cuanto a las precipitaciones, esta misma tarde irán llegando y descargando desde poniente de forma débil a moderado fruto de la llegada de un frente ocluido asociado a la borrasca. A medida del paso de las horas y con las consolidación de los viento de recorrido marítimo, las precipitaciones irán ganando extensión a la par que intensidad.

Será a partir de la media noche y, sobre todo entrada la madrugada, cuando las lluvias vayan ganando entidad. Algunos lugares podrían registrar 20 mm en una hora. Junto con estas lluvias se esperan varias líneas de turbonada retrógradas (frentes convectivos de mar a terral) que traerían intensa actividad eléctrica, granizo y fuertes rachas de viento, que en lugares del NE de Cataluña pueden oscilar puntualmente entre los 80 y 100 km/h, incluso superarlos. Estas situaciones severas se darían, sobre todo, en el litoral, prelitoral y Cataluña Central, especialmente en zonas de barlovento (vertientes expuestas a la dirección de los vientos).

Los acumulados entre esta madrugada y el resto de la jornada del miércoles serán diversos. Aproximadamente, pueden registrarse 100/120 mm en la cordillera Prelitoral Central y sur de Girona, Pirineo Oriental y Prepirineo Central; 50/100 mm en la Cataluña Central, oeste de Girona, norte de Lleida, Campo de Tarragona y área de Barcelona; 20/50 mm en el resto, aunque en el Delta del Ebro los valores podrían ser inferiores a los 20 mm.

Figura 2. Precipitación acumulada hasta las 20:00 horas del día 11 según el modelo AROME. Fuente: Meteociel.

La nieve también será protagonista, cayendo en torno a los 1.200 durante la noche y bajando hacia los 1.000 metros durante la madrugada y la mañana, afectando a buena parte del Pirineo, Prepirineo y zonas altas de cordilleras como el Montseny, Montserrat, Prades y Els Ports.

Durante todo el día del miércoles persistirá la inestabilidad, con chubascos moderados e intensos, acompañados de tormenta, especialmente en la Cataluña Central y comarcas del interior de Barcelona y Girona. Entrada la noche las precipitaciones irán a menos.

Las temperaturas para la próxima madrugada serán similares a las de hoy debido a la abundante nubosidad. Se esperan valores entre 7 y 11 ºC a lo largo de la costa y áreas cercanas al litoral, 4 y 7 ºC en buena parte del territorio y valores bajo cero en varios puntos del Pirineo y algunas zonas del Prepirineo. Las mínimas se darán al final del día.

Figura 3. Previsión para la madrugada del día 11. Fuente: elaboración propia.

En este mapa se indica la previsión para la madrugada del miércoles día 11 de abril para toda Cataluña. Como he comentado, las mayores zonas convectivas se esperan en torno al litoral, prelitoral y Cataluña Central. Especial atención también al oleaje, que será superior a los 2,5 metros en todos los cuadrantes.