Seguimiento de la sequía (enero-septiembre 2017)

La dinámica pluviométrica de los últimos años en Cataluña no es nada buena. De hecho, siete de los últimos diez años han sido secos, especialmente 2006 y 2015, donde en dos tercios del territorio se registró un 40% menos de lluvia respecto a la cantidad que debería haber caído según la media climática.

Es evidente que nos encontramos, desde hace muchos meses, en una situación importante de sequía. Sin ir más lejos, en lo que llevamos de año, sólo marzo ha sido claramente húmedo, aun así, con escasa precipitación en el extremo sur y comarcas de Girona. Asimismo, acabamos de pasar por el mes de septiembre más seco de los últimos cuatro años. En el siguiente enlace podéis acceder al resumen del mes de septiembre del presente año: Resumen termopluviométrico del mes de septiembre en Cataluña (2017).

Figura 1. Precipitación acumulada en Cataluña desde enero hasta septiembre de 2017. Fuente: elaboración propia a partir de estaciones del Servei Meteorològic de Catalunya.

En este mapa podéis ver la precipitación acumulada en Cataluña este año desde el 1 de enero hasta el 30 de septiembre. Sólo una parte del Pirineo registra cantidades óptimas de precipitación. De todas las estaciones disponibles del Servei Meteorològic de Catalunya (SMC), las que más agua han recogido en sus pluviómetros son Espot, con 1.086 mm, Certascan (municipio de Lladorre), con 1.019 mm y Lac Redon (Vielha e Mijaran), con 1.016 mm. Por contrapartida, en el resto del territorio los registros son muy escasos, especialmente en el sur, donde en muchos lugares apenas se llegan a los 200 litros por metro cuadrado. Hasta la fecha, la estación con menor lluvia registrada es Vinyols i els Arcs, con 162 mm. Le siguen Aitona y Pantà de Riba-roja (municipio de Riba-roja d’Ebre), con 176 y 179 mm, respectivamente.

Debido a la variedad de los procesos meteorológicos (masas de aire, frentes, régimen de vientos, etc.) y a la complejidad del territorio (zonas llanas, cordilleras de diversa extensión y altura, áreas forestales, zonas continentalizadas y marítimas, etc.), la distribución pluviométrica en Cataluña presenta una irregularidad muy marcada, así, pues, el comportamiento de la pluviometría es distinto en las diferentes zonas, por lo que un registro de 700 mm anuales que para un lugar puede estar dentro de la media climática, para otros, esos mismos 700 mm pueden estar muy por debajo de la media o bien muy por encima.

Figura 2. Porcentaje de precipitación acumulada en Cataluña desde enero hasta septiembre de 2017 respecto a la media climática anual del período 1981-2010. Fuente: elaboración propia a partir del mapa de la figura 1 y de estaciones con serie climática del Servei Meteorològic de Catalunya.

Con lo ya comentado, es obvio que ha caído muy poca agua en lo que llevamos de año. Para entender mejor si la lluvia registrada en el Pirineo, en el sur de Cataluña, en el interior, en las costa, etc., es mucha o poca respecto a lo que debería caer en estos lugares, este mapa nos muestra el porcentaje de lluvia registrada de enero a septiembre respecto a la media climática anual del período 1981-2010.

Podemos ver tres zonas claramente diferenciadas. En el litoral, prelitoral, centro, comarcas del Ebro y de Girona ha llovido solamente entre el 40 y 60% de lo que debería hacer hasta final de año. Dicho de otro modo, se ha registrado la mitad de lo que tendría que caer.

La segunda zona comprende Poniente, interior de Tarragona, alguna comarca de Barcelona, Prepirineo y Pirineo Oriental. En estos casos se ha registrado en lo que llevamos de año entre el 60 y 80%, es decir, a estos lugares les queda en torno al 20 y 40% de lluvia para llegar a su media climática anual correspondiente. Si ejemplificamos a la ciudad de Lleida, la media de precipitación anual teniendo en cuenta el período 1981-2010 es de casi 360 mm. Actualmente la ciudad lleva registrados 225 mm, por lo que sólo ha caído un 62% de lluvia respecto a la media. Para llegar a esa media y no ser, por tanto, un año seco, deberían caer unos 130 mm más hasta final de año.

Por último, tenemos parte del Pirineo Occidental y oeste de la Cerdanya, donde, a falta de dos meses y medio para terminar el año, se ha igualado y superado la media anual. En puntos del Pallars Sobirà se lleva registrado casi un 140% de lluvia, es decir, ha llovido un 40% más de lo que debería haber hecho, y el año todavía no ha acabado. Pese a esta circunstancia, el contexto de superávit hídrico sólo se está dando en una pequeña porción del territorio.

Veremos cómo acaba el año. Bien no terminará, porque si llueve todo lo que no ha llovido hasta ahora (cosa bastante improbable) los daños materiales y sobre el medio serán terribles, y si llueve poco cerraremos un año seco, otro más. Lo mejor que puede ocurrir es acabar el año con la poca agua que pueda caer y confiar en que el siguiente sea más lluvioso.

Fuentes de información:

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